
Radiología en crisis: La UE alerta sobre la falta de personal y exige elevar la formación de los TSID en España. Informe EU-REST.
Resumen del Informe EU-REST sobre Personal, Formación y Seguridad Radiológica en la UE
Contexto y objetivos del informe
El uso de radiación ionizante es esencial para diagnosticar numerosas patologías y tratar enfermedades graves. Garantizar altos niveles de calidad y seguridad en estas aplicaciones médicas requiere disponer de personal adecuado, bien formado y en número suficiente. En este contexto, la Unión Europea puso en marcha el estudio EU-REST (European Union Radiation, Education, Staffing & Training), activo de septiembre de 2022 a agosto de 2024, financiado por el programa EU4Health y enmarcado en el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer (Beating Cancer Plan) y la agenda SAMIRA de radiación médica. El consorcio EU-REST, liderado por la Sociedad Europea de Radiología junto con las federaciones europeas de física médica, de Radiographers (EFRS) y de oncología radioterápica (ESTRO), recopiló datos con la participación de autoridades de radioprotección y sociedades profesionales de todos los Estados miembros.
Objetivo principal
Analizar la disponibilidad de personal especializado y las necesidades de educación y formación para asegurar la calidad y la seguridad en las aplicaciones médicas de radiaciones ionizantes en la UE. Para ello, el estudio se centró en los grupos profesionales clave implicados en radiología médica: médicos radiólogos, médicos nucleares, oncólogos radioterápicos, expertos/físicos médicos, y personal técnico encargado de los aspectos prácticos (radiógrafos y técnicos de radioterapia). Se recabaron datos a través de encuestas y consultas a partes interesadas sobre la situación actual de plantilla, planes de estudio, certificaciones y planificación de recursos humanos, con miras a desarrollar directrices europeas de dotación de personal y formación para cada colectivo. Finalmente, se elaboraron conclusiones y recomendaciones a nivel de la UE en materia de recursos humanos, educación y formación en este ámbito crítico.
Principales conclusiones del informe
El informe EU-REST destaca varias conclusiones clave tras analizar la información recopilada:
- Falta de datos y estándares: Existe una carencia de métricas uniformes sobre la disponibilidad de personal sanitario en las especialidades que usan radiación, y una ausencia de estándares ampliamente aplicables que definan niveles apropiados de dotación de personal. En otras palabras, no se dispone de referencias comunes en Europa sobre cuántos profesionales son necesarios por población o por actividad para garantizar la seguridad y calidad.
- Diversidad en la planificación de plantillas: Los métodos para calcular las necesidades de personal varían significativamente entre los distintos grupos profesionales, debido a la diversidad de funciones y responsabilidades de cada profesión. Cada especialidad (radiología, medicina nuclear, radioterapia, etc.) utiliza enfoques distintos para estimar cuántos profesionales se requieren, lo que dificulta comparar o armonizar la planificación de recursos humanos a nivel europeo.
- Ambigüedades en roles técnicos: Se identificó cierta ambigüedad en la diferenciación entre el rol de los Radiation Therapists (RTT) y los Radiographers dentro de los servicios de radioterapia. (En muchos países, el Radiographer abarca al técnico en imagen diagnóstica y también al técnico en radioterapia, mientras que en otros el técnico de radioterapia se considera una categoría separada.) El informe señala esta disparidad terminológica/funcional, si bien resolverla excede el alcance del estudio.
Además de estas conclusiones generales, el estudio evidenció desigualdades importantes en la distribución del personal entre países. Por ejemplo, el número de Radiographers por habitante varía mucho: países como Bélgica presentan densidades muy bajas (≈86 radiógrafos por millón de habitantes) mientras que otros como Finlandia tienen las más altas (≈613 por millón), siendo la media de la UE ~385 por millón. Asimismo, en algunos países una proporción significativa de estos profesionales se acerca a la edad de jubilación (en promedio un 7% se retirará en 5 años, y ~30% del colectivo supera los 51 años, lo que anticipa futuras carencias de personal especializado si no se forman suficientes reemplazos. En conjunto, estos hallazgos ponen de relieve la necesidad de mejorar la planificación y coordinación a nivel de la UE para evitar déficits de personal y garantizar relevo generacional en las profesiones radiológicas.
Recomendaciones clave del estudio
Para abordar las deficiencias detectadas, el informe propone un conjunto de recomendaciones estratégicas, tanto generales (aplicables a todos los países y profesiones) como específicas para cada categoría profesional:
Recomendaciones generales (transversales)
- Registros nacionales de personal y equipos: Cada Estado miembro debería mantener un registro centralizado de profesionales de cada grupo (así como un registro del equipamiento relacionado) bajo estándares comunes en toda la UE. Esto facilitaría disponer de datos actualizados sobre cuántos especialistas están activos y con qué tecnología cuentan, mejorando la planificación y la evaluación de necesidades.
- Formación continua obligatoria: Establecer la obligatoriedad de la formación continua (Continuing Professional Development, CPD) para todos estos profesionales, no solo limitada a cursos de radioprotección ya exigidos, sino abarcando también las técnicas y conocimientos específicos de cada especialidad. La actualización periódica en nuevas tecnologías, protocolos y seguridad debería ser un requisito para ejercer, garantizando competencias al día en todo el personal.
- Adopción uniforme de directrices EU-REST: Los países miembros deben adoptar de forma coordinada las directrices y recomendaciones desarrolladas por el proyecto EU-REST, permitiendo solo adaptaciones limitadas cuando existan circunstancias específicas que lo justifiquen. Esto busca homogeneizar las prácticas óptimas en Europa, reduciendo disparidades entre países en materia de dotaciones y formación.
- Armonización de la formación profesional: Se debe impulsar la armonización de la formación en todas las profesiones analizadas, incluyendo la duración de los programas, los contenidos curriculares y los criterios de certificación o titulación. Garantizar estándares formativos equivalentes en los 27 miembros de la UE favorecerá la equivalencia de competencias (facilitando también la movilidad laboral) y asegurará que todos los profesionales alcancen un nivel formativo adecuado para las exigencias actuales de calidad y seguridad.
Recomendaciones específicas por perfil profesional
Además de las medidas generales, el informe identifica acciones prioritarias dirigidas a cada grupo de especialistas, atendiendo a sus particularidades:
- Radiólogos (médicos especialistas en radiodiagnóstico): Implantar un método uniforme en toda la UE para calcular las necesidades de radiólogos según la carga asistencial, y comprometerse a formar y contratar el número de radiólogos que dicho método estime necesarios. En la práctica, esto implica desarrollar herramientas de planificación basadas en actividad (p. ej., número de estudios por población) y asegurar que las plazas de residencia y ofertas de empleo se ajusten para cubrir la demanda, evitando déficits de radiólogos que puedan comprometer la atención.
- Médicos nucleares: Validar y utilizar herramientas de planificación específicas como la plataforma IAEA IRIS (desarrollada por el OIEA) con datos reales de hospitales europeos. Se propone que centros clínicos de varios países, en colaboración con el OIEA, prueben esta herramienta para estimar correctamente cuántos especialistas en Medicina Nuclear se requieren según la actividad, adaptándola a las necesidades de la UE.
- Oncólogos radioterápicos: Aplicar modelos de dotación basados en la actividad (p. ej., número de pacientes y complejidad de tratamientos) para optimizar las plantillas de oncología radioterápica. A la par, desarrollar programas formativos estandarizados en toda Europa para estos especialistas, de modo que en cualquier país se adquieran las competencias necesarias para ofrecer radioterapia de alta calidad. Estas medidas buscan garantizar suficientes oncólogos radioterápicos y una formación homogénea, dadas las crecientes complejidades técnicas en radioterapia.
- Expertos en Física Médica (Radiofísicos/MPE): Exigir la certificación como Experto en Física Médica (MPE, nivel EQF 8) para poder ejercer de forma independiente en el campo de la física médica. Cada país debería establecer programas de formación especializada (residencias o másteres) y sistemas de acreditación/registro para los físicos médicos, alineados con las recomendaciones europeas detalladas en el informe. Esto aseguraría que los Radiofísicos cuentan con la máxima cualificación (equivalente a doctorado profesional) para velar por la seguridad radiológica y la calidad, dada su labor crítica en calibración de equipos, control de dosis y protección radiológica.
- Radiógrafos (técnicos en imagen médica, TSID): Reconocer el nivel de Grado universitario (EQF 6) con 180 créditos ECTS como estándar mínimo de formación para ingresar a la profesión de Técnico en Radiología. En consecuencia, se urge a implementar un marco armonizado para calcular las necesidades de radiógrafos (técnicos de imagen médica) en cada país, de modo consistente a nivel europeo. Esta recomendación eleva la cualificación mínima requerida y propone una metodología común para dimensionar las plantillas de técnicos, reconociendo su papel fundamental en la prestación segura de servicios de radiología.
- Técnicos en Radioterapia (RTT): Establecer programas de formación dedicados específicamente a radioterapia, orientados a garantizar la calidad de la atención al paciente oncológico y a sostener una plantilla suficiente de técnicos en terapia. Asimismo, se destaca la importancia de abordar los problemas de desarrollo profesional que afectan la retención de estos técnicos. En la práctica, esto implica crear itinerarios de carrera y especialización para los RTT, evitando la fuga de profesionales por falta de progresión, dado que su rol es vital para los tratamientos de radioterapia.
Implicaciones para España y el papel de los TSID
Las conclusiones y recomendaciones del informe EU-REST tienen relevancia directa para España, especialmente en lo referente a los Técnicos Superiores en Imagen para el Diagnóstico (TSID), que en la terminología europea corresponden al colectivo de Radiographers o radiógrafos (técnicos en radiología diagnóstica y medicina nuclear). A continuación se destacan las implicaciones clave:
- Nivel formativo de los TSID: El estudio evidencia que la duración de la formación de los radiógrafos en Europa varía entre 2 y 4 años, con una media de ~3,2 años. España se sitúa en el rango más bajo, ya que la titulación de TSID (ciclo formativo de grado superior) tiene 2 años de duración. Esto supone un nivel inferior al estándar recomendado por la UE (Grado universitario de 3 años). La recomendación explícita del informe es establecer el grado académico (180 ECTS) como requisito de entrada a la profesión, lo que implicaría para España elevar la cualificación de los TSID. En la práctica, adoptar esta medida podría traducirse en crear un título de grado universitario en Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear o ampliar/actualizar los programas actuales, asegurando que los técnicos españoles alcanzan un nivel formativo equiparable al europeo. Esta armonización formativa mejoraría las competencias de los TSID, facilitando también su movilidad profesional por Europa.
- Formación en radioprotección y desarrollo profesional continuo: El informe revela que en la mayoría de países europeos se exige una certificación específica en Radioprotección y que en 19 de ellos la formación continua (CPD) es obligatoria para los técnicos radiólogos. Sin embargo, la información aportada por España no refleja requisitos formales en estos aspectos (en la encuesta nacional no se indicó duración de entrenamiento en RP ni obligatoriedad de CPD. Esto sugiere que, actualmente, un TSID en España obtiene conocimientos de radioprotección durante su formación inicial, pero no está obligado por ley a renovarlos periódicamente ni a actualizar otras competencias de manera reglada. A la luz de las recomendaciones EU-REST, España debería implantar la exigencia de CPD para TSID y demás profesionales, más allá de cursillos puntuales. Esto implicaría establecer programas continuos de actualización (por ejemplo, créditos anuales de formación) para que los técnicos se mantengan al día en nuevas tecnologías de imagen, protocolos de calidad y seguridad, protección radiológica avanzada, etc. Implementar el CPD obligatorio reforzaría la cultura de seguridad y la competencia profesional continua, alineando a España con las mejores prácticas europeas.
- Registro y planificación de la fuerza laboral: Actualmente, España carece de un registro centralizado específico de TSID (y en general de algunos colectivos sanitarios técnicos) a nivel nacional. Los TSID, al no poseer un colegio profesional único de ámbito estatal ni un título universitario, no están agrupados en un censo nacional unificado, lo que dificulta conocer exactamente cuántos ejercen, dónde y con qué equipamiento. La creación de un registro nacional de radiógrafos/TSID –siguiendo la recomendación europea – permitiría disponer de datos fiables sobre la disponibilidad de estos profesionales y del parque tecnológico (equipos de radiología, TC, RM, etc.) en cada centro. Esto es crítico para realizar una planificación informada de plantillas: por ejemplo, determinar cuántos TSID se necesitan formar o contratar en ciertas regiones según la población y la carga de trabajo. El informe destaca que no existe un método armonizado entre países para determinar cuántos técnicos radiólogos se requieren. Aplicado a España, ello implicaría colaborar en la definición de ratios estándar (p.ej. TSID por equipo o por número de pruebas anuales) y usar dichas referencias para dimensionar adecuadamente las unidades de imagen. Implementar estas directrices ayudaría a prevenir desequilibrios como déficit o sobrecarga de TSID en ciertos hospitales, asegurando que en todo el territorio haya suficiente personal técnico para operar los equipos con seguridad y calidad.
- Reconocimiento y ampliación del rol profesional: El informe aborda el papel de los radiógrafos/TSID destacando que su profesión está evolucionando rápidamente con la introducción de nuevas tecnologías y cambios en las necesidades sanitarias. Los TSID son profesionales esenciales en la prestación de servicios diagnósticos de vanguardia y su importancia seguirá creciendo con avances como la radiología digital, la inteligencia artificial aplicada a la imagen médica, y los cambios demográficos que incrementan la demanda de diagnósticos por imagen. Asimismo, EU-REST señala que la profesión de radiografía está asumiendo nuevas competencias avanzadas: en varios países, los radiógrafos han ampliado su alcance realizando tareas antes reservadas a otros (por ejemplo, roles avanzados en procedimientos mínimamente invasivos, manejo autónomo de ciertas técnicas, investigación, gestión de dosis, e incluso participación en la elaboración de informes preliminares). Estas nuevas funciones mejoran los resultados para los pacientes y la eficiencia del servicio, pero requieren una formación adicional y especializada. Para los TSID en España, esto implica que en el futuro podrían integrarse itinerarios de especialización o roles avanzados, por ejemplo en áreas como resonancia magnética, medicina nuclear, radiología intervencionista o gestión de calidad, respaldados por formación de postgrado y certificaciones específicas. El reconocimiento de estos roles avanzados también ayudaría a motivar y retener a los técnicos, ofreciéndoles desarrollo profesional (lo que el informe resalta como factor importante especialmente en radioterapia. En resumen, fortalecer la profesión del TSID en España no solo pasa por la titulación de grado, sino también por crear oportunidades de crecimiento profesional acorde a las tendencias europeas, asegurando que su papel en el equipo sanitario esté valorizado y bien definido dentro de los protocolos de seguridad radiológica.
En conjunto, las recomendaciones del informe EU-REST suponen una hoja de ruta para que España refuerce la calidad y seguridad en radiología médica a través de sus recursos humanos. Adoptar estas medidas implicaría elevar la formación de los TSID al nivel europeo, implementar sistemas de registro y planificación más sólidos, y fomentar una cultura de actualización continua y excelencia profesional. Para los Técnicos Superiores en Imagen para el Diagnóstico, en particular, las propuestas significan un impulso a su rol profesional: con mejor formación inicial y continua, una definición más clara de competencias (incluyendo posibles roles avanzados) y una integración plena en las estrategias de seguridad del paciente. Las implicaciones positivas serían notables: un personal técnico mejor preparado y dimensionado redunda en procedimientos diagnósticos más seguros y de mayor calidad, lo que beneficia directamente la atención al paciente y contribuye a los objetivos generales de mejora sanitaria en España y Europa.
Fuentes: Este resumen se basa en el informe “Analysis on workforce availability, education and training needs for the quality and safety of medical applications involving ionising radiation in the EU”.