Radiación ocupacional y embarazo: realidad o desinformación. Revisión en la literatura y actualización según guías clínicas vigentes.
02.06.2022
Artículo original: Lojo Lendoiro, S; Moreno Sánchez, T. Radiaciones ocupacionales y embarazo: ¿realidad o desinformación? Una revisión de la literatura y un resumen de las guías clínicas actuales. Radiología (Ed. Eng). 2022 marzo-abr;64(2):128-135.
DOI: 10.1016/j.rxeng.2021.11.002
Palabras clave: Radiólogo intervencionista, Efectos de la radiación, Riesgos en el embarazo, Mujer, Disparidad de género, Trabajadora embarazada, Exposición a la radiación, Seguridad en la exposición a la radiación, Riesgo laboral.
Abreviaturas y acrónimos utilizados: CSN (Consejo de Seguridad Nuclear), TC (Tomografía Computarizada) AETR (Asociación Española de Técnicos de Radiología), SERAM (Sociedad Española de Radiología Médica), CVIR (Cardiovascular and Interventional Radiology), SIR (Society of Interventional Radiology).
Línea editorial del número
Radiología es la revista oficial de la SERAM con una periodicidad bimensual. En la revista destaca además de los habituales artículos (originales, actualizaciones imágenes y comunicaciones breves) otros artículos como son el artículo del residente, humanidades en radiología y una serie). Por su actualidad destacamos un artículo en relación a los factores de desgaste profesional en radiólogo durante el COVID-19.
Motivos para la selección
El desconocimiento sobre los riesgos de la radiación tanto entre la población en general así como entre los profesionales sanitarios favorece conductas de protección que no se basan en criterios científicos sino en falsas creencias. El caso de mujeres en proceso de gestación despierta una especial sensibilidad por el miedo de que quede afectado el feto. Dado que existen muchos profesionales en el ámbito de diagnóstico por imagen que trabajan en esta situación, considero de máximo interés conocer y actualizar la literatura y las guías clínicas vigentes con el fin de poder garantizar la tranquilidad y seguridad a este colectivo mediante el seguimiento de las recomendaciones consensuadas por los expertos.
Resumen
El artículo destaca que a pesar que las mujeres radiólogas comprenden aproximadamente la mitad de los socios de SERAM, apenas un 28% de éstas se dedican al intervencionismo.
A continuación recoge el riesgo de las radiaciones ionizantes en las mujeres en edad gestacional en los diversos periodos:
- Preconcepcionales: No se ha demostrado que incremente cáncer o malformaciones en la descendencia.
- Periodo implantación: Muerte embrionaria, no necesariamente relacionada con radiación.
- Periodo perinatal: Con afectaciones diferentes en función de las semanas (retraso del crecimiento, malformaciones microcefalia) y por efecto estocástico un incremento de cáncer en infancia.
Afirma que la creencia social es que toda radiación tiene un riesgo para el feto y ello causa una menor contratación a mujeres sanitarias embarazadas o la existencia de bajas injustificadas generando situaciones de discriminación.
En este sentido recuerda que actualmente las dosis en las salas de fluoroscopia son inferiores a las consideradas lesivas para el feto. Según el CSN indica que una mujer gestante podría mantener su puesto de trabajo siempre y cuando sea improbable que el feto reciba más de 1 mSv.
Tanto el CSN como la SEGO indican que no debería trabajar dentro de la sala de fluoroscopia, aunque si la trabajadora expresa su voluntad de continuar en esta actividad lo podría hacer en telemando, radioquirúrgico y rayos x portátiles debiendo asegurar que la radiación recibida sea inferior al máximo permitido, usándose dosímetro de abdomen y seguimiento mensual.
En relación a las guías de prácticas clínicas analizadas (CVIR) (SIR) señalan que:
- Las dosis inferiores a 5 mSv durante el embarazo no aumentan el riesgo de muerte, malformaciones o deterioro mental en el feto.
- Dosis inferiores a 50 mSv no se relacionan con anomalías o abortos por lo que sólo serian indicación para finalizar embarazo radiaciones superiores a 100 mSv.
- Con las medidas adecuadas no está justificado que las trabajadoras gestantes sean separadas del trabajo guiado por fluoroscopia o TC.
La Guía Ministerial del 2019 dosis máxima para mujeres gestantes se establece en 2 mSv/año y 1 mSv por gestación. No obstante, existe en esta guía una contradicción al recomendar no realizar exploraciones con portátiles, escopia o hemodinámica a la vez que indica que la condición de embarazo no supone que sea separada.
En relación a la encuestas recibidas (179 respuestas) participaron TSIDM (1.7%), Enfermeras (59.8%) médicos radiólogos ( 38.5%), donde señalaron que:
- Creen que pueden mantener la actividad pero evitando las de mayor exposición (29.1%).
- Debería cambiar de puesto (38.5%).
- Deberían estar de baja laboral (10.6%).
El panorama actual señala cierta discriminación a mujeres en la profesión en radiología por el hecho que el riesgo de las radiaciones ionizantes condiciona la contratación y el desarrollo profesional, favorecido por el desconocimiento de los peligros y la reubicación a otras responsabilidades con menor conocimientos o la baja laboral y la merma salarial al no poder realizar las guardias, lo cual también conlleva situación de estrés para la gestante.
La legislación actual permite el trabajo en salas con fluoroscopia bajo expreso deseo de la trabajadora y por lo tanto exime de esta responsabilidad al contratador.
Los últimos datos de dosimetría del CSN (2016) no diferencian entre hombres y mujeres, ni entre gestantes y no gestantes.
Valoración Personal
El artículo presenta de forma clara cuál es la situación de la temática presentada, los aspectos normativos existentes, y por lo tanto que se deberían seguir. Además hace una aportación desde la perspectiva sociológica al poner en evidencia que se produce también en este ámbito una situación de discriminación laboral en las mujeres.
Los resultados de la encuesta presentada señalan que existe aún un elevado número de profesionales que desconocen las orientaciones en relación a la radiación en mujeres gestantes.
Los resultados demuestran que a pesar de que se les facilitó documentación científica que apoyaría un cambio en las creencias, observamos que existe un escaso número de personas que esta lectura modificó sus creencias y que por lo tanto las creencias muy enraizadas no suelen ser modificadas por la formación aún existiendo una disonancia cognitiva.
Éste último aspecto, que a mi entender es muy significativo, no es recogido por su autora. También señalar el escaso número de participantes TSIDMN en la encuesta que podría modificar los resultados. En este sentido señalar que la encuesta se realizó a través de una asociación (AETR) y por lo tanto un sesgo a tener en cuenta al no poder participar personas de otras asociaciones o no asociadas del territorio.
Considero que la encuesta podría aportar mucha información interesante, pero no se especifica. Por ejemplo, conocer diferencias en la percepción entre los diferentes profesionales así como por género.
Como conclusión pudimos señalar que la lectura del artículo deja claro las actuaciones a realizar y por lo tanto sería deseable que los profesionales de diagnóstico por imagen tuvieran conocimiento con el fin de enterrar creencias y actuaciones que no están de acuerdo con la legislación y guías actuales.
Artur Roman
Parc Taulí. Hospital Universitario. TSIDMN.